Diversas
hipótesis científicas sostienen que el café y el alcohol fueron
sustancias cruciales para la evolución humana. El consumo de estas
drogas habrían permitido que el homo sapiens sobreviviese a las duras
condiciones ambientales de la antigüedad.
El café, originario de América, también podría haber impactado fuertemente en la conformación social humana. Sus propiedades estimulantes del sistema nervioso central habrían ayudado en la difícil tarea de conseguir alimentos y asegurar la integridad física. También, en los años posteriores a la conquista de América el consumo de café en Europa parece haber tenido un rol clave en la organización intelectual de los grandes cambios de los últimos siglos.
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